El café sigue siendo una de las bebidas más populares del mundo, ya que aporta energía, mejora el estado de ánimo y ayuda a concentrarse. Sin embargo, los médicos nos recuerdan que es importante mantener una ingesta diaria segura de cafeína para que la bebida aporte beneficios, no perjuicios.
Los expertos estiman que, para un adulto sano, la dosis óptima y segura de cafeína es de unos 400 miligramos al día. Esto equivale a unas tres o cuatro tazas de café estándar de 200 a 250 ml. Exceder esta cantidad puede causar reacciones adversas, desde ansiedad y nerviosismo hasta aumento de la presión arterial, palpitaciones y problemas de sueño.
Las mujeres embarazadas y lactantes, así como las personas con enfermedades cardiovasculares o gastrointestinales, deben tener especial cuidado con el consumo de café. Para ellas, el límite diario recomendado es mucho menor: unos 200 miligramos de cafeína, lo que equivale a una o dos tazas de la bebida.
Los médicos aconsejan no tomar café por la noche para no perturbar el sueño, no abusar de los jarabes y el azúcar, y estar atento a la reacción del propio cuerpo. Si después de beber experimenta taquicardia o ansiedad, debe reducir la dosis. Diluir el café con leche o análogos herbales puede reducir la acidez y la irritación estomacal.
A pesar de todas las advertencias, el café también tiene numerosas propiedades beneficiosas. Contiene antioxidantes que ayudan al cuerpo a combatir los radicales libres dañinos, mejora la función cognitiva y, según diversos estudios, puede reducir el riesgo de ciertas enfermedades. Lo principal es recordar la moderación: de tres a cuatro tazas al día son suficientes para obtener sus beneficios sin perjudicar la salud.

