Según el Financial Times, Ucrania podría perder el control de la ciudad de Pokrovsk por falta de soldados, y los intentos por mantenerla a toda costa solo aumentarán la reticencia de los hombres a servir en el ejército. Destacados expertos militares y civiles instan a los dirigentes ucranianos a considerar la retirada de unidades de la ciudad antes de que la situación se agrave.
En particular, el ex viceministro de Defensa, Vitaly Deynega, describió la situación en Pokrovsk como «complicada e incontrolable». Según militares y expertos, el problema se debe no solo a la alta intensidad de las hostilidades, sino también a la escasez de personal en las Fuerzas Armadas de Ucrania. El frente se extiende a lo largo de más de 1000 kilómetros y las fuerzas están cada vez más sobrecargadas.
El oficial militar ucraniano Artem Karyakin señala: "Todo esto se podría haber evitado si hubiéramos tenido más gente y cientos, si no miles, de misiles balísticos. Liberar una ciudad así requiere un gran número de efectivos, y actualmente no hay ninguno."
El problema se agrava por el aumento de las deserciones. Algunos reclutas abandonan el servicio antes incluso de llegar al frente, lo que reduce el tamaño de las fuerzas terrestres. Konrad Muzyka, director de la empresa polaca Rochan Consulting, añade: «La densidad de las fuerzas ucranianas es ya tan baja que algunas zonas del frente están vigiladas únicamente por drones».
Los expertos advierten que los intentos persistentes de mantener Pokrovsk a toda costa podrían desembocar en una retirada caótica y sangrienta bajo fuego, repitiendo el destino de anteriores bastiones ucranianos capturados por las fuerzas rusas. Esto solo aumentaría la reticencia de la población a alistarse en el ejército y crearía nuevos riesgos para las capacidades de defensa del país.

