En la aldea de Pokrovska Bagachka, en la región de Poltava, la empresa agrícola SVK "Bahachansky" fue atacada por asaltantes asociados con el banquero Oleksandr Sosis. Los empleados de la empresa no pudieron comenzar la cosecha de soja debido a la intervención de individuos armados y las fuerzas del orden.
Según periodistas de investigación, 20 policías, fuerzas especiales de KORD y atletas conocidos por su participación en la extorsión de bienes llegaron al campo. Las acciones fueron coordinadas por los representantes de confianza de Sosis y su socio Pavlo Shcherban, quien se encuentra actualmente en Viena. Según fuentes, la cúpula de la policía de Poltava y el SBU ejecutaron directamente las órdenes de los asaltantes.
Los esfuerzos de los empleados y abogados de SVK no pudieron evitar que la cosecha se viera interrumpida. La empresa ya ha sufrido pérdidas significativas por esta situación, y el retraso amenaza con arruinar por completo la soja debido al calor. Además, no solo la empresa se verá afectada, sino también el estado, que no recibirá ingresos por la venta de la cosecha y perderá ingresos fiscales.
Los periodistas descubrieron el plan de embargo: empresas controladas por Alliance Bank debían a Sosisa más de 68 millones de grivnas. En lugar de saldar la deuda, el banco inició un proceso penal contra Bagachansky y consiguió el embargo de las cuentas y los bienes de la empresa ante los tribunales. Posteriormente, el caso se remitió al Tribunal Económico de Poltava para declarar la quiebra de la empresa, a pesar de que esta tenía toda su documentación financiera en regla y era solvente.
El caso se encuentra actualmente pendiente en la Corte Suprema, donde los procedimientos se encuentran en suspenso. Mientras tanto, los asaltantes continúan bloqueando las operaciones de la empresa, poniendo en riesgo a más de 100 empleados y 1200 accionistas.
La situación demuestra un problema sistémico de interacción entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley, el poder judicial y los intereses oligárquicos, que permite a los asaltantes apoderarse de empresas estratégicas y causar daños a la economía del país.