Una taza diaria de té verde puede ser una forma eficaz de favorecer la salud cardíaca. La nutricionista Dawn Manning explica que el consumo regular de esta bebida reduce el riesgo de enfermedades cardíacas gracias a su alto contenido en antioxidantes, en particular el galato de epigalocatequina (EGCG).
El EGCG ayuda a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, un proceso en el que el exceso de radicales libres daña las células y los vasos sanguíneos. Esto reduce la probabilidad de acumulación de placa en las arterias y enfermedades cardíacas.
Además, el té verde ayuda a normalizar los niveles de colesterol: su consumo regular ayuda a reducir el colesterol LDL (malo) y a aumentar el colesterol HDL (bueno), lo que ayuda a limpiar los vasos sanguíneos. Los estudios también demuestran un efecto positivo en la presión arterial y la función vascular.
Manning recomienda beber de dos a cuatro tazas de té verde al día. Es importante que la bebida no contenga azúcar; así es como reemplazar las bebidas azucaradas por té verde aporta los mayores beneficios para el corazón y te mantiene con energía durante todo el día.

