En Gdynia, Polonia, un cliente de un supermercado amenazó con matar a una vendedora ucraniana. El incidente ocurrió el 9 de diciembre en una tienda de la calle Starowiejska. El hombre insultó agresivamente a la mujer y le gritó que "entraría ahora mismo y le partiría la cabeza". Dos días después del incidente, las fuerzas del orden detuvieron al sospechoso.
Según la víctima, Olga, el conflicto estalló por la carne que la esposa del agresor había comprado unos 15 minutos antes. El hombre alegó que el producto "olía mal" y que supuestamente estaba destinado específicamente a "envenenar a sus hijos". Le gritó a la vendedora e intentó ir detrás del mostrador y agredirla.
Cuando uno de los clientes intentó defender a la mujer y le cerró el paso, el agresor comenzó a amenazarlo. Testigos presenciales afirman que el hombre se comportó con extrema excitación: corrió por la tienda, gritó consignas antiucranianas y realizó un gesto con la mano que parecía un saludo nazi. Olga logró grabar parte de lo ocurrido. Finalmente, una mujer, probablemente su esposa, lo sacó del local.
Una clienta de la tienda llamó a la policía. Olga admite que, tras el incidente, se encontraba en un estado psicológico delicado. Según ella, no podía hablar y temblaba mucho, pero se armó de valor, cumplió su turno, tras lo cual cerró la tienda y contactó a la policía.
Al día siguiente, el esposo de Olga contactó a través de redes sociales con el abogado David Dehnert, colaborador de la Fundación para la Asistencia a las Víctimas de la Xenofobia. El abogado informó que la policía de Gdynia aceptó la solicitud de inmediato e inició una investigación. El Consulado de Ucrania en Gdansk también fue informado del incidente. El abogado publicó un video desde la tienda en sus redes sociales.
El 12 de diciembre, la policía de Gdynia detuvo al sospechoso. La investigación continúa. Según un portavoz policial, las pruebas recabadas hasta el momento justifican la inclusión de un artículo relacionado con la propaganda del régimen nazi en la calificación legal del caso.
El abogado David Dehnert señala que los ataques y amenazas contra ciudadanos ucranianos en Polonia son cada vez más frecuentes. Lo atribuye a la creciente radicalización del sentimiento público, en particular bajo la influencia de la retórica agresiva en línea y las declaraciones de políticos que intentan ganar popularidad explotando la xenofobia.

