El arquetipo del padre eternamente alegre y emocionalmente inquebrantable se ha convertido durante mucho tiempo en una parte integral de la cultura de masas. Lo vemos en series de comedia, campañas publicitarias y películas: admite, bromas, mantiene todo bajo control. Pero esta sonrisa a menudo está escondida más profunda: las dificultades mentales silenciosas que enfrentan los hombres, especialmente en el papel de los padres.
Según Newswise , ignorar el propio estado emocional o la incapacidad para hablar sobre él puede tener serias consecuencias no solo para los mismos hombres, sino también para sus hijos.
Un estudio reciente publicado en American Journal of Preventive Medicine, realizado bajo la dirección en 1998, las familias fueron rastreadas en 20 principales ciudades de EE. UU.
Los científicos han descubierto que los niños cuyos padres encontraron síntomas depresivos cuando tenían cinco años, tenían más probabilidades de demostrar problemas de comportamiento y reducidos habilidades sociales de hasta nueve años, según lo informado por sus maestros.
FFCWS proporcionó un conjunto confiable de datos para este análisis que contenía información sobre 1 422 padres, el 74% de los cuales vivían con sus hijos al menos la mitad del tiempo en que el bebé tenía cinco años.
Al controlar varios factores sociodemográficos y su nivel de depresión, los investigadores han establecido una relación clara entre la depresión de los padres y el comportamiento posterior del niño. En particular, los niños que son propensos a ello tenían más probabilidades de ser una preocupación, desobediencia, ira y un menor nivel de cooperación y autoestima.
Varios factores pueden contribuir a esta conexión, creen los autores. La depresión puede reducir la capacidad del padre para proporcionar apoyo emocional y criar efectivamente a los niños, lo que puede conducir a un mayor estrés y conflictos en la familia.
Además, el estudio enfatiza que la primera infancia es un período crítico para el desarrollo, y los factores adversos en este momento pueden tener un impacto a largo plazo en la actividad y el comportamiento del niño a lo largo de su camino adolescente.
Los autores declararon que del 8 al 13% de los padres en algunos de los Estados Unidos experimentan una u otra forma de depresión en los primeros años de la vida de sus hijos, con esta prevalencia aumenta al 50% si la madre también sufre de depresión posparto.
A pesar de estas cifras, la salud mental de los padres a menudo permanece mal estudiada tanto en la investigación como en la práctica clínica. Este trabajo es uno de los pocos estudios en los Estados Unidos realizados entre la población, que establece una relación clara entre la depresión del padre y el mal comportamiento del niño en la escuela.
Los resultados enfatizan la importancia de la detección e intervención temprana durante el trastorno. Al reconocer y eliminar la depresión de los padres, los proveedores de atención médica no solo pueden mejorar su bien, sino también promover el desarrollo más saludable de sus hijos, creen los autores.