En las condiciones de la guerra en curso, los ucranianos enfrentan desafíos no sólo físicos sino también psicológicos. Según las últimas encuestas, más del 80% de los ucranianos están completamente o más bien de acuerdo en que la salud mental de sus seres queridos y conocidos se ha deteriorado significativamente desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala. Sólo el 10,7% de los encuestados no detecta signos de dicho deterioro en su entorno.
Así se desprende de los resultados del estudio "Los ucranianos durante la guerra: orgullo, memoria, victoria", realizado por el Instituto de Psicología Social y Política de la Academia Nacional de Ciencias Pedagógicas junto con la Asociación de Psicólogos Políticos de Ucrania.
Para los residentes de las regiones del sur de Ucrania, la situación de la salud mental del medio ambiente parece peor (casi el 90% ve un deterioro significativo), en el este es algo mejor (75,2%) que el promedio de la muestra.
Al mismo tiempo, una cuarta parte de los encuestados (25,1%) cree que durante la guerra no se debe cuidar la salud mental, hay asuntos más importantes. Casi el 64% no está de acuerdo con esto.
Entre los encuestados de entre 18 y 29 años, el porcentaje de quienes no están de acuerdo con la necesidad de posponer la atención de la salud mental por cuestiones más importantes en tiempos de guerra alcanza el 72%, mientras que entre los ciudadanos de 56 años o más, algo más de la mitad piensa así (57, 4%).
Los resultados del estudio también indican que la sociedad expresa preocupación por el estado psicológico del personal militar. Más de la mitad de los encuestados (51,7%) están totalmente de acuerdo y casi el 35% más bien están de acuerdo en que todo el personal militar que participó en las hostilidades necesita ayuda psicológica especializada.