El ejército ucraniano tiene que afrontar un problema grave: la falta de piezas de repuesto para reparar equipos occidentales. Así lo contó el subcomandante de la quinta brigada de asalto, Myjailo Onufer.
"De cada diez coches, cinco pueden circular; todos están intactos, sólo que no hay huellas. Parece que hay ayuda, pero no puedes utilizarla según lo previsto. Aquí, por ejemplo: hay M113 más antiguos con orugas de metal, y la nueva modernización, el M113 G4, es mejor, más transitable, pero parte de sus orugas tiene elementos de goma. El metal es difícil de derribar, se mueve, pero el G4 está esperando su mejor momento", afirma Onufer.
Una vez que el equipo sufre daños, a menudo se desmonta y se utiliza como donante para otras máquinas.
"Al principio nos quedamos con todo, pensábamos que nuestros socios nos darían pistas nuevas, por ejemplo. Y luego, aparentemente, el comando se dio cuenta de que era demasiado esperar y que el equipo ya era necesario, por lo que comenzaron a desmontar el que no era apto para conducir. Es decir, convertir a dos de tres personas que no trabajan en una sola trabajadora", dijo el militar.
Otro problema es el idioma extranjero en la descripción del equipo.
"Cuando nos entregaron los vehículos blindados de transporte de tropas M113 en 2022, llegaron con carteles en inglés. Los mecánicos, que eran tíos mayores de unos 50 años, se sentaron; una vez presionaron el botón equivocado y algo se rompió. En ese momento, al comando no se le ocurrió pegar etiquetas con la traducción: peso, motor, arranque, parada, parada de emergencia, extinción de incendios", dice Onufer.
Anteriormente, los medios occidentales escribieron que el beneficio de los tanques alemanes Leopard en Ucrania es "cero".