El sargento Oleksandr Boyko, con el distintivo de llamada "Otaman", que volvió al servicio después de graves heridas, no oculta su decepción por la actitud de algunos hombres que evitan el servicio militar. Después de la conmoción cerebral y el tratamiento, continúa trabajando en el octavo departamento del Centro de Control de Poltava en Mashivka, donde se ocupa de los documentos de los reclutas y de las citaciones.
"Otaman" admite que a menudo escucha palabras duras e insultantes de aquellos a quienes llama: "Estoy tan herido en el alma que luché por mí y por ellos, derramé sangre, y ellos no sólo se esconden, sino también y insatisfecho. Dicen: "Ve y lucha tú mismo". ¡Ve tú mismo! Si amas a tu familia, a tus hijos, debes ir a protegerlos", dice emocionado Boyko.
El sargento subraya que lo más difícil es trabajar con personas que no comprenden que proteger la tierra natal es deber de todo hombre. Les insta a no esconderse detrás de las espaldas de otros y a no demorarse cuando el enemigo literalmente destruye las aldeas y ciudades ucranianas. "Hay que derrotar al enemigo lo más lejos posible de casa. Cuando te das cuenta de esto, ya no te da miedo, porque se trata de la vida y la seguridad de tu familia", afirma.
Para Boyk, ser un hombre de verdad significa no sólo tener coraje, sino también no dejar en peligro a quienes amas. Al recordar el momento en que él y sus compañeros pasaron a las filas de las Fuerzas Armadas, el sargento habla de la importancia de no centrarse en el miedo personal, cuando el futuro del país depende de uno: "Cuando los muchachos y yo dejamos todo y nos fuimos Al frente, nadie pensaba en lo personal. Si cada hombre cumple con este deber, entonces el ejército enemigo no llegará a nuestros hogares."