Después de casi dos años de invasión a gran escala, el gobierno ha decidido modificar las normas de reclutamiento bajo la ley marcial. La nueva versión del proyecto de ley sobre movilización, aprobado el 30 de enero, prevé limitar el número de categorías que pueden recibir un aplazamiento de la movilización.
Uno de los cambios clave es la cancelación del aplazamiento del servicio militar obligatorio para los funcionarios públicos, aunque quedan reservas para los alcaldes, jefes de consejos municipales y comunidades territoriales. Según la legislación vigente, determinadas categorías de reclutas pueden recibir un aplazamiento de la movilización, teniendo en cuenta su trabajo en instalaciones de importancia estratégica para el ejército y la economía.
El nuevo proyecto de ley define los criterios para recibir armadura de la movilización, como el empleo sobre la base de un contrato o contrato de trabajo, estar en el registro militar, la ausencia de una especialidad de registro militar deficiente y la ausencia de otros aplazamientos.
El proyecto de ley también introduce otros cambios importantes, como la exención de la movilización de personas con discapacidad, la posibilidad de desmovilizar a los militares que han regresado del cautiverio y la sustitución del servicio militar obligatorio por la educación militar general. El proyecto también prevé la reducción de la edad de reclutamiento de 27 a 25 años y la introducción de un gabinete electrónico personal y citaciones electrónicas para una administración más eficaz de los asuntos militares.