Con el inicio de la temporada alta de setas en Ucrania, el número de casos de intoxicación por hongos silvestres aumenta drásticamente. Los médicos enfatizan que incluso hongos aparentemente inofensivos pueden contener toxinas que afectan el tracto gastrointestinal, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los riñones o incluso el sistema nervioso central.
Expertos del Centro de Salud Pública explican que la principal causa de intoxicación es la identificación incorrecta de las setas. Por ejemplo, la seta pálida, mortal, suele confundirse con un champiñón o un boleto, y las falsas amanitas se confunden con las verdaderas. Recoger setas cerca de carreteras o zonas industriales, así como comer setas viejas, congeladas o en mal estado, es igualmente peligroso. Otro riesgo es comprar setas en mercados silvestres o directamente.
Los primeros síntomas de intoxicación pueden aparecer tan solo 30 minutos después del consumo, y a veces solo unos días después. Los principales signos incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, mareos, debilidad, fiebre, convulsiones y alucinaciones. En casos graves, pueden presentarse alteraciones del ritmo cardíaco y respiratorio.
Si se sospecha intoxicación por hongos, se debe llamar inmediatamente a una ambulancia marcando el 103 o el 112. Antes de la llegada del médico, se debe lavar el estómago administrando de 1 a 2 litros de agua tibia, inducir el vómito, administrar carbón activado u otro sorbente, y asegurar el reposo y la hidratación. Es muy importante conservar los restos de hongos; esto ayudará a los médicos a determinar el tipo de sustancia tóxica con mayor rapidez.
Los médicos recomiendan que los niños menores de 12 años, las mujeres embarazadas y en período de lactancia, los ancianos y las personas con enfermedades digestivas crónicas eviten por completo el consumo de hongos silvestres. Incluso bien cocinados, los hongos siguen siendo un alimento pesado para el estómago.
Para evitar consecuencias peligrosas, los expertos aconsejan recolectar solo los hongos cuya seguridad sea absoluta y comprar productos solo en lugares de confianza. Recuerda: ningún plato merece la pena arriesgar la vida.