En la región de Odessa, empleados de la Oficina Estatal de Investigación (SBI) descubrieron un plan fraudulento a gran escala para apropiarse de los apartamentos de personas fallecidas sin herederos. Un juez de uno de los tribunales de distrito de la región desempeñó un papel clave, ya que legalizó todas las propiedades de los estafadores. El SBI informa al respecto.
Los organizadores del plan ilegal eran una pareja de restauradores locales. A través de conocidos, recibieron información sobre apartamentos cuyos propietarios habían fallecido y no había reclamantes de la herencia. En cuanto aparecieron dichos objetos, los estafadores redactaron contratos de compraventa ficticios, con carácter retroactivo, sin notario y con la participación de apoderados. Posteriormente, interpusieron demandas judiciales para que se les reconociera el derecho de propiedad.
Para legalizar el plan criminal, los restauradores recurrieron a un juez que, a pesar de las evidentes violaciones, resolvió las demandas. No le preocuparon los documentos falsificados, la ausencia de las partes en las audiencias ni la ausencia de circunstancias que debieron haberse establecido en el proceso civil. Con base en estas decisiones, los apartamentos fueron inscritos en el Registro Estatal de la Propiedad.
De esta manera, el grupo fraudulento logró reescribir tres apartamentos con un valor total de casi 3 millones de UAH. Actualmente, los inmuebles han sido incautados para evitar su posterior enajenación.
El juez ya fue destituido de su cargo por decisión del Consejo Superior de Justicia. Se le notificaron sospechas en virtud de varios artículos a la vez: emisión de un documento oficial deliberadamente falso y complicidad en la apropiación fraudulenta de bienes ajenos, cometidos por un grupo organizado a gran escala.
Los organizadores, una pareja de restauradores, son sospechosos de fraude, falsificación de documentos y blanqueo de capitales. Además, ya están acusados en otra causa penal por la apropiación de seis apartamentos.
Actualmente se está decidiendo la imposición de medidas preventivas a todos los implicados. Las sanciones previstas en los artículos incriminados prevén hasta ocho años de prisión.

