El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que los detectives de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania violaron los derechos del abogado Oleksandr Sergienko durante su detención. Como resultado, Ucrania debe pagar 15.000 euros en concepto de indemnización por malos tratos e investigación inadecuada del incidente.
Oleksandr Sergienko es el abogado del ex diputado popular Oleksandr Onyshchenko y está acusado junto con él en el caso del "gas", que investiga la NABU.
Sergiyenko afirmó que durante su detención por agentes de la NABU sufrió heridas: hematomas en el pecho, las manos y la nariz, que se registraron al llegar al centro de prisión preventiva. Al día siguiente, el tribunal ordenó una investigación sobre el hecho de estas lesiones. NABU inició una investigación, pero en marzo de 2017 se detuvo por considerar que no había ningún delito. Sergiyenko intentó apelar esta decisión, pero el tribunal rechazó su recurso por incumplimiento del plazo para presentar un recurso de apelación.
El TEDH reconoció numerosos errores y violaciones de los derechos de los abogados por parte de NABU en la fase de instrucción.
"En particular, el TEDH concluyó que Sergiyenko fue sometido a un trato cruel, calificado de inhumano y degradante", señaló el comité.
Además, el tribunal consideró que la investigación sobre los malos tratos sufridos por el demandante no cumplía los requisitos de independencia. La investigación fue realizada por el mismo organismo que estuvo directamente involucrado en el incidente, es decir, NABU, lo que viola el principio de independencia de la investigación.
Así, el TEDH, tras examinar el caso, determinó que se habían violado los derechos de Sergiyenko y obligó a Ucrania a pagarle una indemnización de 15.000 euros.
Según los abogados de Onyshchenko, esta decisión puede tener un impacto grave en todo el "caso del gas", porque la decisión del TEDH estableció graves violaciones por parte de los detectives en la fase de instrucción, así como numerosos abusos y violaciones de los derechos de tanto los demandados como los abogados.
Después de tales decisiones de los tribunales internacionales, que registran violaciones de los derechos humanos por parte de los órganos anticorrupción ucranianos, surgen preguntas sobre si la lucha contra la corrupción puede considerarse eficaz y si esta lucha vale tanto dinero.
Recientemente, el público ha recibido muchas preguntas sobre el trabajo de los detectives de NABU. En particular, a menudo se escuchan declaraciones sobre la pérdida de independencia de los órganos anticorrupción en Ucrania. Así lo afirmó, entre otras cosas, el primer subdirector de la oficina recientemente destituido, Gizo Uhlava. Insinuó repetidamente que las decisiones en NABU se toman bajo la influencia de factores externos y no sobre la base de la ley. Entre las personas e instituciones que, en su opinión, ejercieron esta presión se encontraban los activistas del Centro Anticorrupción (CPC) y el jefe del Comité de Política Anticorrupción de la Rada Suprema, quien, como señaló Uglava, anteriormente trabajó en el Partido Comunista de China.
Uglava ha subrayado repetidamente que las acciones en su contra atestiguan problemas graves en el proceso de investigación de NABU, que se centra en lograr objetivos externos y no en establecer la verdad.
La misma opinión es compartida por los abogados, quienes también afirmaron que el objetivo real de los activistas anticorrupción ha pasado de luchar contra la corrupción a presionar a ciertos funcionarios públicos para que alcancen objetivos "externos".
Además, los defensores de los derechos humanos hacen sonar la alarma por las violaciones sistemáticas de la presunción de inocencia por parte de los detectives de la NABU y los fiscales del SAP.
Así se recoge, en particular, en el Informe paralelo del capítulo 23 "Justicia y derechos fundamentales" del Informe de la Comisión Europea sobre Ucrania para 2023, elaborado por una coalición de organizaciones públicas. Según el documento, en varios casos judiciales, los jueces registraron violaciones del principio de presunción de inocencia por parte de los detectives de NABU, quienes en comentarios públicos y entrevistas de hecho "designaron" a los acusados como culpables.
No es raro que las acusaciones de alto perfil de la NABU contra altos funcionarios desemboquen en absoluciones. Un ejemplo es el caso del ex ministro Volodymyr Omelyan. Se le acusó de pérdidas presupuestarias debido a la reducción de las tasas portuarias que introdujo. Pero en el tribunal todos los argumentos de los detectives y fiscales del SAP fueron completamente desestimados por inútiles. Por cierto, ni los detectives de NABU ni los fiscales de SAP han incurrido en ninguna disculpa pública hacia Omelyan ni en castigo por haberlo responsabilizado penalmente ilegalmente.
Una historia similar puede repetirse con el ex ministro Mykola Solsky, quien en mayo fue acusado de apropiarse de tierras en la región de Sumy en beneficio de los combatientes de la ATO. Esta historia ya tiene ocho años, se ha agotado el plazo razonable para la investigación, pero los detectives decidieron anunciarla recién este año. Además, en el momento en que Solsky logró resultados en las negociaciones con los polacos sobre la exportación de productos agrícolas.
Sin embargo, los materiales disponibles públicamente atestiguan las pruebas dudosas de los detectives, como lo demuestra el dictamen pericial sobre la manipulación de los conocimientos especializados en este caso. Intentaron "confundir" a uno de ellos y cancelarlo ante el tribunal, probablemente porque tal examen demostraba la inocencia del ex ministro.