Se han detectado dos casos de lepra en la ciudad rumana de Cluj, en mujeres indonesias de 21 y 25 años, una de las cuales había regresado recientemente de un viaje a Asia. Ambas trabajaban como masajistas en un spa de la ciudad de Cluj.
El ministro de Salud rumano, Alesandro Rogobete, aseguró que el riesgo de infección para los usuarios de la institución es mínimo, ya que la enfermedad se transmite únicamente por contacto prolongado con una persona infectada. El último caso confirmado de lepra en el país se registró hace 44 años.
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por la bacteria Mycobacterium leprae. Afecta la piel, los nervios periféricos, las membranas mucosas de las vías respiratorias superiores y los ojos. Los síntomas incluyen cambios en la piel (decoloración, engrosamiento, nódulos), úlceras indoloras en los pies, hipertrofia nerviosa, debilidad o parálisis, pérdida de cabello en cejas y pestañas, y problemas de visión.
Históricamente, la lepra apareció por primera vez en el subcontinente indio y se extendió a Europa a través de rutas comerciales. Para el año 1200, había alrededor de 19 000 hospitales para leprosos en Europa. La incidencia comenzó a disminuir en el siglo XV y prácticamente había desaparecido de la mayoría de los países europeos para el siglo XVII.
Según la OMS, cada año se diagnostica lepra a unas 200.000 personas en todo el mundo. Los tratamientos modernos son eficaces y la atención médica oportuna puede prevenir la discapacidad.

