Un nuevo escándalo de corrupción ha estallado en Odesa: agentes de la NABU y el SBU detuvieron a dos jueces del Tribunal de Distrito de Primorsky, Denys Dontsov y Olga Shentseva. Las fuerzas del orden les informaron de sospechas de extorsión y obtención de beneficios ilegales durante la tramitación de causas civiles.
Según la investigación, los jueces, junto con el abogado que actuó como mediador, ofrecieron a los acusados "resolver el asunto" a cambio de una recompensa económica. En uno de los casos, los acusados se dirigieron a una de las partes del proceso con una propuesta para obtener la decisión judicial necesaria por 10.000 dólares. El dinero se recibiría en dos etapas: una parte antes del inicio del caso y el resto inmediatamente antes de que se dictara la decisión deseada.
Antes de que se anunciaran las sospechas, ambos jueces, como es habitual en estos casos, solicitaron con urgencia una exención. A pesar de ello, fueron detenidos tras realizar diligencias investigativas secretas y documentar el beneficio ilícito recibido.
La detención de Dontsov y Shentseva provocó aún más indignación pública, ya que se produjo en un contexto de críticas sistemáticas al Tribunal de Distrito de Primorsky por bloquear las investigaciones de varios casos de corrupción multimillonarios. Según los demandantes, este tribunal se ha negado reiteradamente a iniciar procedimientos, paralizando así el inicio de investigaciones contra personas con influencia política o económica.
Se trata de varios episodios de gran repercusión, como la situación con 8.800 millones de grivnas asignadas a la construcción de un acueducto a Nikolaev, las quejas sobre los acuerdos del "Operador de GTS de Ucrania" con un contratista dudoso, así como el caso relativo al suministro de materias primas estratégicas a la Federación Rusa a través del Complejo Minero y de Procesamiento de Novoselivskyi. En todos estos casos, el tribunal se negó a introducir información en el ERDR, a pesar de las pruebas aportadas por los demandantes.
La detención de los jueces de Odessa por soborno es un indicador revelador de problemas más amplios en el trabajo del Tribunal del Distrito de Primorsky, que durante años ha aparecido en declaraciones sobre la inacción y la creación real de condiciones para la impunidad en casos con pérdidas multimillonarias para el estado.
Las fuerzas del orden continúan con la investigación y no descartan la posibilidad de nuevos sospechosos.

