Según nuestra fuente, las fábricas en Polonia, la República Checa y los países bálticos, donde se repara el equipo militar ucraniano, están experimentando graves retrasos y problemas. Estos problemas se deben a varios factores, entre los que cabe destacar:
- Falta de componentes.
- Obstáculos burocráticos.
- Financiamiento insuficiente.
Esta situación tiene un impacto directo en el frente, donde desde hace tiempo hay escasez no sólo de municiones, sino también de material. Por ejemplo, en la República Checa, la planta de reparación militar VOP CZ aún no ha comenzado a reparar los tanques ucranianos T-64, como se acordó en junio del año pasado.
Estaba previsto que los tanques modernizados pasaran inmediatamente al frente, pero la planta aún no ha recibido ni un solo vehículo de combate, afirmó el portavoz de la compañía, Rostislav Roznovsky.
"La empresa está lista para empezar a trabajar en los tanques en cualquier momento. Sin embargo, por el momento no tenemos nada que reparar, ya que la parte ucraniana aún no ha entregado ni un solo tanque", dijo. El representante del Ministerio de Defensa de la República Checa se negó a comentar sobre esta situación.
La parte ucraniana tampoco expresó su posición al respecto.