El Servicio de Seguridad de Ucrania, la Fiscalía General y la Oficina Estatal de Investigación han informado de una nueva sospecha a Ruslan Maghamedrasulov, jefe de uno de los departamentos de detectives interregionales de la NABU. El funcionario ya se encontraba detenido por un caso de cooperación con un estado agresor, pero ahora se encuentra imputado en otro proceso penal.
Según la investigación, Maghamedrasulov utilizó sus contactos oficiales para influir en las agencias fiscales y policiales. En particular, presuntamente accedió a ayudar a diez empresas a salir de la lista de "riesgos" por 900.000 grivnas. Esto les habría permitido realizar transacciones financieras por un valor aproximado de 30 millones de grivnas.
Las autoridades policiales afirman que las empresas en cuestión tienen indicios de operar como "centros de conversión". Según los investigadores, la información del teléfono del sospechoso y las declaraciones de otras personas confirman que contactó a sus antiguos y actuales colegas para solicitarles ayuda en estas estafas.
Ruslan Maghamedrasulov ha sido acusado en virtud del apartado 2 del artículo 369-2 del Código Penal de Ucrania ("abuso de influencia"). La investigación sigue en curso.