La Segunda Sala Disciplinaria del Consejo Superior de Justicia ha abierto un proceso disciplinario contra la jueza del Tribunal Supremo Natalia Marchuk, informa el “Court Reporter”.
En 2024, Marchuk presidió la sala del Tribunal Supremo que consideró los recursos de casación interpuestos por los abogados del empresario Konstantin Zhevago y del expresidente del Tribunal Supremo Vsevolod Knyazev contra la sentencia de Oleg Goretsky. En 2023, el Tribunal Supremo Anticorrupción aprobó un acuerdo con Goretsky, quien admitió ser intermediario en el pago de sobornos a jueces, recibiendo una sentencia suspendida a cambio de declarar contra Knyazev y Zhevago.
La Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo de Ucrania denegó a Zhevago y Knyazev el derecho a apelar el veredicto en noviembre de 2023, ya que la ley limita la apelación de un acuerdo de culpabilidad a un grupo de personas directamente interesadas en el caso. A pesar de ello, los abogados presentaron denuncias ante el Tribunal Supremo, y un panel presidido por Marchuk solicitó toda la documentación del caso de Goretsky.
Posteriormente, el abogado de Zhevago tuvo acceso a los seis volúmenes del caso, incluyendo el acuerdo de culpabilidad y el veredicto, e incluso se entregaron copias de los registros técnicos de las audiencias a un tercero por poder. La NABU cree que el juez Marchuk permitió la divulgación del secreto de la instrucción, lo que podría haber perjudicado la investigación y creado un peligro para el testigo Goretsky.
La propia jueza afirma que actuó dentro de sus atribuciones, ya que los materiales no estaban marcados como «Secreto» ni «Para uso oficial», y la abogada tenía derecho a familiarizarse con los materiales seleccionados. Se enteró de la entrega de copias a una persona externa solo mientras preparaba sus explicaciones por escrito.
Cabe señalar que la NABU ya ha concluido una investigación en ausencia sobre Zhevago, quien será juzgado en ausencia en Ucrania debido a la negativa de Francia a extraditarlo. La investigación sospecha que el empresario sobornó a jueces del Tribunal Supremo para que anularan una decisión sobre la Planta Minera y de Procesamiento de Poltava. Según el caso, 14 de los 18 jueces que consideraron el caso de la empresa recibieron beneficios indebidos.
El Consejo Superior de Justicia ha iniciado un procedimiento disciplinario, cuyos resultados mostrarán si hubo violaciones en las acciones del juez Marchuk.

