El cáncer a menudo se diagnostica accidentalmente, durante una ecografía o una prueba cuando una persona consulta al médico por otro problema. Si bien la herencia influye, las investigaciones modernas demuestran que el estilo de vida influye igualmente en el riesgo de cáncer.
Como escribe el Mirror, citando al profesor Franklin Joseph, el tabaco se ha considerado durante mucho tiempo el principal aliado del cáncer. Sin embargo, ahora los médicos señalan cada vez más la obesidad como un factor desencadenante del desarrollo de enfermedades malignas.
Tres hábitos que aumentan el riesgo de cáncer
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Refrescos azucarados: El consumo excesivo de azúcar contribuye al aumento de peso, la resistencia a la insulina y la inflamación, lo que aumenta el riesgo de cáncer de colon y de páncreas.
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Alcohol y cenas tardías. El alcohol es cancerígeno, e incluso en pequeñas dosis aumenta el riesgo de cáncer de mama, hígado y esófago. Además, comer tarde altera los ritmos circadianos naturales, lo que provoca trastornos metabólicos y obesidad.
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Un estilo de vida sedentario. Incluso un entrenamiento intenso puede aumentar el nivel de mioquinas en la sangre, proteínas que inhiben el crecimiento de células cancerosas. La actividad física regular puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer en casi un tercio.
Los expertos enfatizan que los hábitos diarios son cruciales en la prevención del cáncer. Evitar las bebidas carbonatadas y el consumo excesivo de alcohol, seguir una dieta saludable y realizar actividad física a diario son medidas sencillas que pueden reducir significativamente el riesgo de enfermedades peligrosas.