El 22 de noviembre, los fieles ortodoxos conmemoran al apóstol Filemón, uno de los discípulos más cercanos del santo apóstol Pablo y uno de los primeros predicadores del cristianismo en Asia Menor. En el calendario popular, este día tiene un nombre especial: Pronóstico de Invierno. Se creía que el 22 de noviembre la naturaleza revelaría cómo sería el invierno venidero: crudo, largo o suave.
El apóstol Filemón era de Colosas y un hombre adinerado que aceptó las enseñanzas cristianas y dio refugio a las primeras comunidades de creyentes. El episodio más famoso de su vida es la conversión del esclavo Onésimo. El apóstol Pablo, estando en prisión, escribió una carta a Filemón pidiéndole que aceptara a Onésimo no como esclavo, sino como hermano en Cristo. Esta carta se convirtió en uno de los textos clave del Nuevo Testamento y en un símbolo del ideal cristiano de igualdad y misericordia.
Qué no hacer el 22 de noviembre
La gente creía que este día tenía una energía especial, por lo que existían ciertas prohibiciones:
• no realizaban trabajos físicos pesados, para no causar fatiga y enfermedades;
• no emprendían viajes largos, por miedo a perderse o meterse en problemas;
• no pedían dinero prestado, para no "regalar" su propio bienestar.
Presagios populares para el solsticio de invierno
Ese día, la gente observaba atentamente el tiempo, considerándolo un presagio preciso del invierno:
• un día helado - frío temprano y prolongado;
• cálido y húmedo - un invierno tardío y suave;
• heladas matutinas - días despejados y fríos por delante;
• nubes bajas y grises - un rápido deterioro del tiempo y posibles nevadas.
Para muchas regiones ucranianas, el solsticio de invierno era un punto de partida importante: después del 22 de noviembre, según la leyenda, "llega" el verdadero invierno y la naturaleza comienza a prepararse para un período prolongado de clima frío.

