En Finlandia ha estallado un escándalo por un orfanato de tipo familiar que alberga a niños de varios países, incluidos refugiados ucranianos. El motivo fue la indignación de un sector de la sociedad por la ubicación de la institución en una espaciosa y costosa casa de campo.
Según Yle, el personal del orfanato ha recibido una oleada de críticas, comentarios insultantes e incluso amenazas directas en redes sociales. Como señaló Lina Piipari, directora de la empresa Solum, que gestiona el centro, estos mensajes pueden clasificarse como «discurso de odio».
La ubicación del establecimiento ha causado gran indignación: una casa de campo de 300 metros cuadrados a orillas de un lago en la ciudad de Tampere. La casa perteneció a un famoso futbolista finlandés y ahora se estima que su valor ronda el millón de dólares.
Los críticos afirman que se trata de viviendas demasiado lujosas para niños migrantes. No solo usuarios comunes de redes sociales, sino también algunos políticos, como el diputado Joachim Vigelius, han expresado su descontento.
Al mismo tiempo, la empresa Solum destaca que ganó la licitación estatal para el mantenimiento del orfanato, ofreciendo el precio más bajo entre todos los participantes. La casa se alquila, no se compra a expensas del estado, y cumple con los requisitos para una vida segura y cómoda para los niños.
A pesar del escándalo, la vida de los niños sigue su curso: asisten a la escuela, practican deportes y se adaptan a su nuevo entorno. Entre ellos hay menores ucranianos a quienes se les ha concedido protección temporal.