La región de Járkov, que sufrió importantes daños durante la guerra, se enfrenta hoy a un grave problema: el desminado. En 16 comunidades de la región es necesario realizar acciones de desminado de aproximadamente 6.987 kilómetros de líneas eléctricas aéreas minadas. Esta situación pone en peligro no sólo la seguridad de los residentes locales, sino también la restauración de la infraestructura.
Actualmente, las zonas de primera línea de la región siguen siendo las más difíciles de desminar, en particular en el este, donde los equipos de reparación suelen sufrir ataques de fragmentos de cohetes y drones.
Según "Kharkivoblenergo", hasta la fecha unos 100 asentamientos con un total de 43.000 consumidores siguen sin electricidad en la región de Kharkiv, principalmente en las zonas fronterizas y de primera línea.