Un incidente ocurrido en la ciudad finlandesa de Espoo ha provocado indignación en la comunidad ucraniana. Según la cadena de televisión y radio Yle, un estudiante de 11 años de origen ucraniano fue obligado a cantar la canción rusa "Kalinka" durante una clase de música.
La madre de la niña, Irina Gorkun-Silen, declaró que el incidente ocurrió en la escuela Storängen. Ese día, los niños estaban aprendiendo sobre la cultura rusa, y la maestra invitó a todos a cantar "Kalinka", una canción famosa interpretada por el Coro del Ejército Rojo que simboliza el pasado militar de Rusia.
Nicole se negó, explicando que era ucraniana y no quería cantar en ruso. La maestra respondió que «en la escuela no se habla de la guerra». Según su madre, la niña se dio cuenta de que sacaría mala nota si se negaba, así que la obligaron a cantar, aunque le resultaba profundamente ofensivo.
La directora del colegio, Elinor Hellman, afirmó que el centro «da la bienvenida a todos los niños, independientemente de su origen» y sigue el currículo estatal. Subrayó que las clases de arte exponen a los niños a diferentes culturas y que las tareas son pedagógicamente sólidas.
Sin embargo, la Junta Nacional de Educación de Finlandia reconoció que, en tiempos de guerra, ciertos contenidos educativos pueden suscitar emociones intensas. La abogada de la junta, Heidi Ruonala, recalcó que, en tales casos, los docentes deben ser flexibles y ofrecer al niño una tarea alternativa.
Vasyl Hutsul, presidente de la Sociedad Ucraniana en Finlandia, afirmó que el caso plantea una cuestión importante: si es apropiado promover la cultura rusa en las escuelas hoy en día. Añadió que el problema es mucho más profundo, ya que muchos servicios públicos para los refugiados ucranianos en Finlandia todavía se prestan en ruso.
El Ministerio de Educación finlandés aún no se ha pronunciado sobre el incidente, pero la comunidad ucraniana pide una revisión de los enfoques educativos para evitar situaciones que puedan traumatizar a los niños que han huido de la guerra.

