La Unión Europea se prepara para invertir miles de millones de euros en un enorme "muro antidrones" en sus fronteras con Rusia, utilizando tecnología probada en combate en Ucrania. Esta medida responde a las recientes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de la OTAN, que han puesto de manifiesto las debilidades de las defensas europeas.
Según el Financial Times, los últimos ataques han puesto de manifiesto un problema crítico: la Alianza se ve obligada a utilizar misiles y aviones de combate demasiado caros para interceptar los drones Shahed de bajo coste. Bruselas reconoce que esta asimetría podría convertirse en una grave vulnerabilidad que Moscú seguirá intentando explotar. Por ello, la UE insta a los Estados miembros a aunar fondos para la adquisición conjunta de sistemas eficaces que ya han demostrado su eficacia en Ucrania.
Polonia, los países bálticos y Finlandia han anunciado planes para reforzar sus fronteras. Al mismo tiempo, los funcionarios europeos enfatizan que las medidas aisladas no darán resultados; se necesita un sistema único e integrado. «Es imposible que un Estado construya el suyo propio y otro, uno completamente diferente. Rusia se aprovechará inmediatamente de nuestras debilidades», declaró un representante de la UE.
Ucrania ha sido pionera en métodos económicos y eficaces para combatir los drones. Dado que los radares convencionales a menudo no detectan los pequeños Shaheds, las empresas ucranianas han creado una red de sensores acústicos capaces de detectar su sonido. Estos datos son recibidos por equipos móviles con ametralladoras pesadas y cañones antiaéreos, mucho más económicos y rápidos que el lanzamiento de misiles interceptores.
Los aliados ya han mostrado interés en esta experiencia. El presidente Volodymyr Zelensky ha ofrecido a Polonia entrenamiento para contrarrestar los drones rusos, y el viceministro de Defensa lituano, Karolis Aleksa, confirmó que su país está adoptando el enfoque ucraniano con grupos móviles. Se están lanzando sistemas similares en Letonia, y Rumanía está analizando cómo utilizar los desarrollos ucranianos en su propio programa Safe.
De este modo, el "muro antidrones" de la UE se convertirá en realidad en una extensión de la experiencia ucraniana a toda Europa del Este, y el propio Kiev asumirá el papel no sólo de aliado, sino también de donante de seguridad tecnológica para la OTAN.