Roman Afonov, actual jefe del departamento principal del Servicio Estatal de Impuestos de la región de Zaporiyia, comenzó su carrera como inspector fiscal tras trabajar como contable. Según su biografía oficial, trabajó como inspector durante 12 años. En 2012, Afonov dio un gran salto profesional al dirigir el DPI del distrito de Zaporiyia, tras lo cual cambió la región de Donetsk a Zaporiyia.
Su esposa, Olga Afonova, es empresaria registrada y posee varios terrenos en Bucha, donde se construyen viviendas de lujo. Según la declaración, construyeron la primera casa de dos plantas, con una superficie de 187 m², en tan solo 8 días, lo que levanta sospechas de utilizar esquemas de evasión fiscal y ocultar el valor real de la propiedad.
Además, Olga Afonova posee una participación en un inmueble de oficinas en el distrito de Podilskyi de Kiev, valorado en 600.000 UAH. Su madre, Natalia Afonova, extrabajadora de una mina estatal y ahora también empresaria, posee dos apartamentos en la capital, adquiridos entre 2015 y 2016. El coste de la vivienda, según estimaciones del mercado, supera con creces los ingresos declarados oficialmente por la familia.
Tramas similares ya han dado lugar a denuncias de la NACP contra otros funcionarios, incluyendo fiscales, que intentaron ocultar el valor real de los inmuebles adquiridos registrándolos como obras inconclusas. En el caso de los Afonov, es posible que se utilizaran tramas de corrupción similares para legalizar la propiedad.
Actualmente, parte de la familia Afonov vive en el extranjero, concretamente en Chipre, donde continúa dedicándose a actividades empresariales.