La kutia es uno de los platos ceremoniales más antiguos de la tradición ucraniana, que ha conservado su significado simbólico hasta nuestros días. No se trata de simples gachas, sino de un plato ritual que acompaña las principales festividades invernales y se asocia con ideas sobre la unidad familiar, el recuerdo de los antepasados, la prosperidad y la purificación espiritual. En el calendario invernal, los ucranianos preparan tradicionalmente la kutia tres veces, cada una con un significado y simbolismo diferentes.
El primero es el kutya rico, que se cocina la víspera de Navidad. Según el nuevo calendario eclesiástico de 2025, este día cae el 24 de diciembre. Con esta cena comienza el ciclo navideño. El kutya rico combina cereales, semillas de amapola, miel, nueces y frutos secos, como símbolos de vida, fertilidad, armonía y la bendición de Dios. Este plato se considera fundamental en la mesa festiva, marca el comienzo de la comida después del ayuno y personifica el deseo de bienestar para toda la familia durante el año venidero.
La segunda kutya, la schedra, se prepara el Shchedry Vecher, que precede al Año Nuevo. En 2025, es el 31 de diciembre, día de la celebración de Malanka. A diferencia de la kutya navideña, la schedra kutya puede ser rápida: se permite añadir mantequilla, leche o nata. Simboliza la generosidad, la apertura y la esperanza de un año próspero y exitoso.
El tercer kutya, el del hambre, se cocina en vísperas de la Epifanía. Según el nuevo calendario, la Epifanía se celebra el 6 de enero, y la víspera de la Epifanía cae el 5 de enero de 2026. Este kutya es escueto y de composición lo más sencilla posible. Personifica la moderación, la concentración espiritual y la preparación para la gran festividad religiosa.
Cada uno de los tres tipos de kutia tiene su propio significado simbólico. La kutia rica se asocia con el nacimiento, la prosperidad y la unidad familiar. La kutia generosa se asocia con la expectativa de un nuevo ciclo de vida, el bienestar material y la alegría. La kutia hambrienta se asocia con la purificación, el ayuno y la disciplina interior. Juntos, forman un ciclo ritual invernal holístico.
En la tradición popular, el kutya se acompañaba de numerosos signos y costumbres. Se creía que la correcta preparación del plato influía en la cosecha, la salud familiar y la paz en el hogar. Los anfitriones podían lanzar una cucharada de kutya al techo, observando los granos como símbolo de prosperidad futura, dejar el plato en la mesa durante la noche para los familiares fallecidos o comenzar la comida con una oración conjunta.
Ciertas prohibiciones relacionadas con la prisa, las disputas o la frivolidad en el ritual. Las reglas se observaban con especial rigor al preparar la kutia de ayuno, donde no se permitían ingredientes de ayuno. Todo esto reflejaba la idea de la kutia como un plato sagrado que combinaba lo terrenal y lo espiritual.
Así, la kutya no solo es un elemento de la mesa festiva, sino también una parte importante de la memoria cultural de los ucranianos. Preserva la conexión intergeneracional, la tradición de la oración conjunta y la idea de armonía en la familia y la sociedad, que son relevantes incluso en el contexto del calendario moderno.

