En el corazón de Kiev, en el Premier Palace Hotel, se está preparando un nuevo casino. Pero este proyecto no es solo un negocio, sino que cifras estrechamente relacionadas con los servicios especiales rusos. Según Telegraf, uno de los principales acusados es el ciudadano de Bulgaria Georgi Papazki, que se asocia con estructuras rusas influyentes.
El Papasky tiene estrechos vínculos con el empresario búlgaro Vasyl Bozhkov, conocido por su reputación criminal y permanecer en las listas de sanciones de los Estados Unidos. Bozhkov se escondió en los Emiratos Árabes Unidos durante varios años y, según los periodistas búlgaros, fue el jefe del servicio de inteligencia extranjero ruso Sergey Narishkin que intervino para salvarlo de la extradición a su tierra natal.
Vale la pena señalar que el Premier Palace Hotel en sí, donde se planea el casino, es propiedad de los oligarcas rusos-Alexander Babakov y Yevgeny Voevodin. Ambos son conocidos por sus lazos con el Kremlin y ya están bajo las sanciones del evento para financiar la agresión de la Federación Rusa contra Ucrania.
La idea de abrir un establecimiento de juegos de azar en ese lugar plantea más preguntas. Especialmente, en las condiciones de guerra y lucha de Ucrania con influencia rusa en todas las áreas. Según la retórica oficial, la industria del juego debería aportar al presupuesto, y en la práctica puede convertirse en un nuevo canal de lavado de dinero y legalización de la influencia de las personas del medio ambiente ruso.
La promoción real de este proyecto en el centro de la capital no es solo negocios sino también riesgos de seguridad. Y, como muestra la práctica, tales esquemas a menudo están enmascarados por las inversiones, aunque en realidad tienen un objetivo completamente diferente.