El 11 de septiembre de 2025, la Gran Sala del Tribunal Supremo emitió una sentencia definitiva en el caso n.º 990/320/23, que mantiene vigente el decreto presidencial del 18 de julio de 2022 sobre la pérdida de la ciudadanía ucraniana de Ihor Kolomoisky. Así lo informó el abogado del empresario, Oleksandr Lysak.
Según los materiales del caso, Ihor Kolomoisky, siendo todavía ciudadano de Ucrania, obtuvo la ciudadanía israelí en 1995. En ese momento, la legislación ucraniana no preveía la pérdida automática de la ciudadanía ucraniana en caso de adquirir la ciudadanía de otro estado.
Sin embargo, en 2022, el presidente de Ucrania firmó el Decreto n.º 502/2022, que reconocía la pérdida de la ciudadanía ucraniana de Kolomoisky. El empresario recurrió este documento ante el Tribunal Administrativo de Casación, que consideró el caso en el marco del Tribunal Supremo. Como señaló el abogado Lysak, la esencia del caso residía en un conflicto jurídico sobre la vigencia temporal de las leyes. Recordó que las modificaciones pertinentes a la Ley de Ciudadanía de Ucrania, que prevén la pérdida de la ciudadanía por la adquisición de otra, se realizaron en 1997 y 2001, es decir, después de que Kolomoisky recibiera la ciudadanía israelí.
"De conformidad con el artículo 58 de la Constitución de Ucrania, la ley no tiene efecto retroactivo. La aplicación de normas adoptadas después de 1995 a los acontecimientos de esa época constituye una violación del principio de irreversibilidad de la ley", enfatizó el abogado.
Cabe destacar la opinión separada de dos jueces de la Gran Sala del Tribunal Supremo, Mykola Mazur y Oleh Kryvenda. En su documento, señalaron directamente la inadmisibilidad de la aplicación retroactiva de la legislación y señalaron que la decisión del tribunal viola las garantías constitucionales. Según la defensa, el caso de Kolomoisky no solo es importante para el propio empresario. Se trata de sentar un precedente que podría afectar a miles de ucranianos que se encuentran o se han encontrado en situaciones legales similares, en particular, a quienes poseen la ciudadanía extranjera obtenida antes de los cambios legislativos.
En este contexto, Lysak destacó la aprobación de una nueva ley sobre ciudadanía múltiple, que, si bien no permite la libre posesión de varios pasaportes, tampoco prevé la pérdida automática de la ciudadanía ucraniana por el simple hecho de poseer otro. En su opinión, el caso de Ihor Kolomoisky demuestra la necesidad de revisar las normas obsoletas y adaptar la legislación a las realidades modernas.