Según un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), las autoridades de la Federación Rusa están tratando de utilizar la acusación de participación de Ucrania en el tiroteo de Crocus para justificar la continuación de la guerra. Los expertos señalan que tales declaraciones contribuyen a los esfuerzos a largo plazo del Kremlin para apoyar su invasión a gran escala de Ucrania, distorsionando la situación real y tratando de presentar a Ucrania como una amenaza para Rusia.
El informe señala que las autoridades rusas y sus partidarios ultranacionalistas están ignorando la evidente amenaza que representan las operaciones del grupo terrorista Estado Islámico en Rusia y, en cambio, se centran en acusaciones falsas de complicidad de Ucrania en el ataque terrorista.
Los expertos de ISW señalan que tal estrategia permite al Kremlin mantener un cierto nivel de apoyo entre las minorías étnicas para movilizar recursos en la guerra en Ucrania. Creen que para el Kremlin, el valor informativo de acusar a Ucrania de disparar contra Crocus supera los riesgos para la seguridad interna y las posibles víctimas civiles que pueden surgir de la amenaza radical de los extremistas islámicos dentro del país.
Según los expertos, el Kremlin puede creer que incluso con tales riesgos, el beneficio informativo de acusar a Ucrania vale el costo de las posibles consecuencias.