En el centro de la nueva historia anticorrupción se encuentra el exfiscal Roman Mazuryk (también conocido como Mudryy) y su círculo familiar. Según fuentes policiales, esta familia ha formado un extenso sistema de influencias relacionado con el blanqueo de capitales, el contrabando de equipos y la participación en licitaciones gubernamentales a través de estructuras controladas.
El padre de Roman, ex fiscal adjunto de la región de Zaporizhia Volodymyr Mazuryk, supuestamente "blanqueó" entre 500 y 600 millones de grivnas en los últimos dos años a través de la red de gasolineras Euro 5 (que opera en las regiones de Kiev y Zaporizhia).
Esta red, según interlocutores del mercado de combustibles, opera como tapadera para el comercio ilegal de combustibles sustitutos, gana licitaciones sin competencia real y se utiliza para blanquear dinero.
El exfiscal Roman Mazuryk mantiene estrechos vínculos con el exdirector de la oficina fiscal de Zaporizhia, Roman Afonov. Son padrinos y, según diversas fuentes, socios en transacciones financieras conjuntas relacionadas con el blanqueo de capitales. Afonov es conocido desde hace tiempo como experto en tramas oscuras en el ámbito fiscal.
Otro amigo cercano y padrino de Roman Mazuryk es Artur Hatunok, propietario de la popular cadena de tecnología Apple "Yabloky". Esta empresa ha aparecido repetidamente en investigaciones relacionadas con la importación ilegal de tecnología a Ucrania sin pagar aranceles aduaneros. Según los expertos, el volumen del contrabando alcanza decenas de millones de grivnas.
La esfera de influencia de Mazuryk se extiende a las empresas estatales. Su padrino es Yulia Savchenko, principal proveedora de JSC Antonov. Según las suposiciones de periodistas de investigación, compras sospechosas para la empresa, de importancia estratégica para la industria de defensa de Ucrania, podrían haberse realizado a través de ella.
Una figura importante en el plan familiar es Olena Mazuryk, jueza del Tribunal de Apelaciones de Kiev, quien se jubiló en abril de 2025. Es tía de Svyatoslav y madre de Roman Mazuryk. Según los expertos, su estatus judicial protegió a la familia durante mucho tiempo de inspecciones y causas penales.