La Fiscalía de la provincia de Lviv ha informado de una nueva sospecha sobre una mujer de 29 años, quien ya se encuentra detenida por delitos de drogas. Se le acusa de establecer y difundir influencia criminal tanto dentro como fuera de las prisiones.
Previamente, las autoridades determinaron que la sospechosa formaba parte de un grupo delictivo organizado de cuatro personas que establecía un canal de suministro de metadona al penal. Es importante destacar que, incluso después de su arresto y sin posibilidad de fianza, la mujer continuó ejerciendo influencia criminal.
La investigación registró que, durante su estancia en la colonia, la sospechosa adquirió el estatus de la llamada "supervisora", una líder informal entre los reclusos. Establecía normas de conducta, exigía su cumplimiento y castigaba física o moralmente a quienes las infringían. Al mismo tiempo, controlaba la distribución de los fondos procedentes de la venta de drogas, financiaba el "fondo común" y resolvía los conflictos entre los reclusos.
Según las autoridades, la mujer se adhirió fundamentalmente a las "tradiciones de los ladrones" y violó deliberadamente el régimen penitenciario, lo que no hizo más que reforzar su posición en la colonia. Esto motivó la presentación de nuevas sospechas en su contra, en virtud del apartado 2 del artículo 255-1 del Código Penal de Ucrania (establecimiento y difusión de influencia delictiva).
La investigación preliminar la lleva a cabo la Dirección General de la Policía Nacional en la región de Lviv, con el apoyo operativo del Departamento de Investigaciones Estratégicas y el Servicio de Seguridad de Ucrania. La unidad operativa de la Penitenciaría n.º 19 de Lviv también participa en el caso.