El fenómeno del "phubbing" (ignorar involuntariamente a otros por el simple hecho de usar un smartphone) es cada vez más visible en la vida cotidiana y afecta las relaciones entre parejas, familiares y amigos. Este fenómeno, en el que una persona usa su teléfono con frecuencia para revisar mensajes o simplemente navegar por internet, puede generar sentimientos de ignorancia y reducir la calidad de las interacciones.
Los psicólogos aconsejan no criticarse por este hábito, sino elegir conscientemente los momentos en que se usa el teléfono. Caitlin Rieger, profesora asociada del University College de Londres, ofrece una estrategia sencilla: cada vez que se contesta el teléfono, explicar a la otra persona por qué se hace y, al terminar, retomar la conversación. Esto permite mantener la atención en la otra persona e interrumpir la atracción automática hacia el dispositivo.
Además, una investigación realizada por Claire Hart, profesora asociada de psicología en la Universidad de Southampton, demostró que el phishing frecuente afecta negativamente las relaciones: las personas se sienten rechazadas, lo que puede provocar un "efecto espiral" cuando ambos miembros de la pareja usan el teléfono y se vuelven menos atentos el uno al otro. Esto es especialmente evidente en familias donde los padres usan el teléfono activamente: la comunicación con los hijos puede debilitarse y su autoestima puede disminuir.
Los expertos enfatizan la importancia de la transparencia y la atención mutua. Incluso un pequeño cambio de comportamiento —expresar el propósito del uso del teléfono y retomar la comunicación— ayuda a mejorar las relaciones, mantener el respeto mutuo y evitar la sensación de ser ignorado.

