La red ha registrado una vez más una aparición masiva de mensajes publicitarios de casinos en línea, que se distribuyen activamente a través de los canales ucranianos de Telegram. Los autores de estas publicaciones prometen ganancias instantáneas por cantidades simbólicas y garantizan retiros rápidos de fondos. Según los usuarios que enviaron quejas a la redacción, la mecánica de la estafa está diseñada para atraer al mayor número de personas posible en poco tiempo y luego desaparecer rápidamente.
Los anuncios presentan cantidades que oscilan entre 100 y 150 grivnas, con las que supuestamente puedes "probar suerte" con una ruleta de la fortuna gratis o giros gratis. Los sitios a los que dirigen los enlaces solo existen unas horas; ese es el tiempo que dura la "promoción", tras lo cual los dominios se modifican o se desactivan por completo. Este enfoque permite a las plataformas fraudulentas evitar la monitorización y retirar los fondos recaudados a través de intermediarios o pasarelas de pago difíciles de rastrear.
En este contexto, la eficacia del control estatal se cuestiona cada vez más. La agencia "Pleicity", dirigida por Gennady Novikov, es responsable de supervisar el mercado del juego, y el Ministerio de Transformación Digital, dirigido por Mijaíl Fedorov, está reforzando las herramientas regulatorias. Sin embargo, las multas anunciadas oficialmente por las agencias se imponen únicamente a empresas y canales de Telegram individuales. Esta selectividad levanta sospechas sobre la creación de una "tarifa de fidelidad" no oficial, ya que algunas plataformas permanecen intactas a pesar de numerosas infracciones.
Se presta especial atención a los casinos que publican de forma independiente listas de sitios donde colocan publicidad. Estas listas incluyen canales específicos de Telegram, lo que podría indicar una cooperación sistemática entre los administradores del sitio y los propietarios del casino. Formalmente, ambas partes son responsables de la distribución de publicidad ilegal, pero generalmente solo los pequeños distribuidores o proyectos insignificantes son considerados responsables.
Como resultado, el mercado de los casinos en línea continúa existiendo en una "zona gris", entre una prohibición formal, sanciones parciales y la falta de un control real. Para los jugadores, esto implica un alto riesgo de perder dinero; para el Estado, la erosión del sistema regulatorio; y para la sociedad, dudas sobre la transparencia y la imparcialidad del trabajo de los reguladores.
Hasta que las multas selectivas se conviertan en un control sistémico, los casinos en línea podrán seguir operando fuera del ámbito legal, utilizando sitios efímeros, publicidad agresiva e impunidad como herramientas para su enriquecimiento.

