Las inyecciones de relleno facial se han convertido en uno de los procedimientos cosméticos más populares en los últimos años. Se eligen como alternativa a la cirugía plástica para corregir arrugas, mejorar el contorno facial y aumentar el tono de la piel. Para ello, se utilizan con mayor frecuencia preparaciones a base de ácido hialurónico, que se consideran relativamente seguras y ofrecen un efecto visual rápido.
Sin embargo, nuevas observaciones médicas indican que estos procedimientos pueden conllevar graves riesgos para la salud. Los médicos vasculares que analizaron las complicaciones tras inyecciones de relleno fallidas concluyeron que el peligro suele subestimarse. Fue posible detectarlo gracias al uso de la ecografía.
El estudio analizó 100 casos de complicaciones tras la inyección de rellenos dérmicos. La principal amenaza fue la oclusión vascular, un bloqueo de las arterias que se produce cuando el relleno penetra directamente en un vaso sanguíneo o se inyecta demasiado cerca de él. Estos trastornos pueden provocar la muerte de la piel, la deformación de los tejidos e incluso la pérdida de la visión debido a la alteración de la circulación sanguínea.
Los médicos enfatizan que las inyecciones en la zona alrededor de la nariz son especialmente peligrosas. Por aquí pasan los vasos sanguíneos que conectan con estructuras críticas de la cabeza. Dañarlos puede tener consecuencias graves, como ceguera o un derrame cerebral.
Aunque los casos graves de obstrucción completa de las arterias grandes son poco frecuentes, el estudio reveló otra tendencia preocupante. Casi la mitad de los pacientes presentaba un flujo sanguíneo deficiente en los vasos sanguíneos pequeños que conectan las arterias superficiales con las profundas. En aproximadamente un tercio de los casos, los rellenos obstruyeron parcialmente el flujo sanguíneo en los vasos más grandes. Los médicos atribuyen esto a que las inyecciones se administran, en su mayoría, a ciegas, sin controlar la ubicación de los vasos mediante ultrasonidos.
En caso de complicaciones, se intenta corregir la situación mediante la administración de medicamentos especiales que disuelven los rellenos. Sin embargo, los médicos señalan que esto ya trata las consecuencias, no previene el problema. Según ellos, las inyecciones guiadas por ultrasonido permitirían reducir la cantidad de medicamento inyectado y disminuir significativamente el riesgo de complicaciones.
Por eso, los médicos exigen controles más estrictos en la medicina estética. Presionan para que se utilicen más guías ecográficas para las inyecciones de relleno y para restringir el uso de estos procedimientos por parte de profesionales no médicos. Creen que la popularidad de las inyecciones estéticas no debe eclipsar la preocupación por la seguridad del paciente.

