Un esquema a gran escala para la importación y venta de productos electrónicos está cobrando fuerza en Ucrania. Según fuentes policiales, podría involucrar a importantes participantes del mercado: la red Comfy, la empresa ASBIS-Ucrania y varias tiendas en línea afiliadas y empresarios individuales especializados en la venta de equipos Apple y productos electrónicos populares. Se trata de un complejo sistema de evasión fiscal, contrabando y uso de criptomonedas para pagos.
Según fuentes, los coordinadores del esquema son Igor Khyzhnyak, Svitlana Hutsul y Kyrylo Pakhomov, quienes presuntamente controlan una cadena de empresas, desde distribuidores oficiales hasta tiendas en línea clandestinas. Entre las empresas involucradas en las actividades del grupo se encuentran LLC "ASBIS-Ucrania", LLC "Comfi Trade", así como las marcas "iPeople", "iStore", "Techno Yizhak" y decenas de pequeños empresarios individuales.
Según los interlocutores, la mayor parte del plan consiste en importar equipos a través del "corredor verde" en la frontera con Polonia, Hungría y Eslovaquia, a menudo sin declarar o con un valor significativamente inferior al real. Esto permite eludir el pago de derechos de aduana e IVA, creando condiciones desiguales en el mercado y ocasionando pérdidas al presupuesto estatal.
Tras cruzar la frontera, los productos se distribuyen entre cadenas de tiendas y plataformas en línea afiliadas, donde se venden como "productos oficiales", aunque no siempre cuentan con certificados de conformidad. Según fuentes, algunos pagos se realizan en efectivo, a tarjetas bancarias individuales o en la criptomoneda USDT, lo que dificulta el seguimiento financiero y podría indicar ocultación de ingresos.
Se presta especial atención a las posibles conexiones de los participantes individuales en el plan con Rusia. En particular, según datos operativos, ASBIS-Ucrania, distribuidor oficial de Apple, podría estar involucrado en el suministro de equipos a la Federación Rusa a través de terceros países. También existe información de que una de las copropietarias de Comfy, Svitlana Hutsul, tiene ciudadanía chipriota y ucraniana y previamente volvió a registrar una empresa en Donetsk, temporalmente ocupada, bajo la legislación rusa, pagando impuestos a favor del país agresor.
Las tramas reveladas no solo afectan a las importaciones, sino también a la organización interna del trabajo. Según fuentes, hasta el 90% del personal de Comfy está registrado como empresario individual con un salario mínimo de aproximadamente 1500 UAH, mientras que los principales pagos supuestamente se realizan "en sobres". Esto les permite eludir el pago de la cotización a la seguridad social y el impuesto sobre la renta de las personas físicas.
Si bien las autoridades oficiales no han hecho declaraciones públicas sobre la investigación de esta red, el mercado está a la espera de inspecciones y posibles procesos penales. La magnitud de los flujos ocultos, según los expertos, se estima en cientos de millones de grivnas al mes, lo que amenaza no solo la competencia en el mercado tecnológico, sino también el presupuesto del país.

