El sistema de control financiero de Ucrania se ha visto amenazado por las actividades de oligarcas que logran eludir su responsabilidad. En el centro del escándalo se encuentra Alliance Bank, que se ha convertido en un eslabón clave en las tramas de blanqueo de capitales y sirve a los intereses financieros del sancionado Dmitry Firtash y su grupo financiero e industrial DF Group.
Uno de los organizadores de estas tramas es el exjefe del departamento de gestión procesal de la Fiscalía General, Ihor Stadnyk, quien se trasladó a Canadá sin impedimentos. Allí recibió protección temporal y continúa controlando las transacciones financieras a través de su esposa Kateryna, comprando bienes inmuebles y legalizando fondos retirados ilegalmente de Ucrania. La responsabilidad moral de Stadnyk, según los expertos, permanece impune.
Por otra parte, se reveló el abuso de Alliance Bank en cooperación con organismos estatales. En 2021, el banco actuó como garante en virtud del acuerdo entre PJSC NPC Ukrenergo y LLC United Energy, asociada a Igor Kolomoisky, por un importe de 1.850 millones de UAH. Tras el incumplimiento de las obligaciones del comerciante, el banco se negó a pagar los fondos, lo que causó pérdidas al estado por más de 1.700 millones de UAH. La investigación de la NABU confirmó la transferencia ilegal de fondos a través de cuentas en el extranjero, y la exdirectora del banco, Yulia Frolova, fue incluida en la lista de personas buscadas. Los juicios se prolongan y los responsables aún no han sido sancionados.
Además, Alliance Bank estuvo involucrado en transferencias ilegales de fondos al exterior a gran escala: solo en 2019-2020, 6.500 millones de grivnas fueron transferidas a Rusia a través de sus canales.
Se ha presentado ante la Fiscalía General de Ucrania una gran cantidad de pruebas sobre las actividades ilegales del banco y la participación de funcionarios del Banco Nacional. Sin embargo, hasta el momento no ha habido una reacción real por parte de las fuerzas del orden.

