El café forma parte desde hace tiempo de la rutina diaria de millones de personas, pero un nuevo estudio añade otro beneficio a esta bebida: su posible impacto en la esperanza de vida. Y, lo más interesante, es que estos beneficios no dependen tanto del sabor o el tipo de grano, sino del método de preparación.
Así lo informa eatthis.com, citando el trabajo de científicos de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou (China). El estudio fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Los investigadores analizaron datos de más de 171.000 participantes del Biobanco Británico, quienes registraron sus hábitos alimenticios y estilo de vida durante siete años. Descubrieron que quienes bebían café negro sin azúcar con regularidad tenían entre un 16 % y un 20 % menos de riesgo de muerte prematura en comparación con quienes no bebían café.
Aún más sorprendentes fueron los resultados para quienes añadieron una pequeña cantidad de azúcar a sus bebidas: aproximadamente una cucharada (12 gramos). Este grupo presentó un riesgo aún menor de muerte prematura, del 29 al 31 %.
La nutricionista Dana Ellis Hannes señala que estos hallazgos concuerdan en gran medida con datos científicos previos.
Según ella, el café es una bebida antiinflamatoria natural y contiene una cantidad significativa de polifenoles y antioxidantes que tienen un efecto positivo en la salud. El café negro sigue siendo la opción más saludable porque no contiene grasas ni edulcorantes añadidos.
“El café puro sin edulcorantes conserva todas sus propiedades beneficiosas, mientras que el azúcar o la crema pueden añadir compuestos inflamatorios”, explica Hannes.
Al mismo tiempo, el experto subraya que una pequeña cantidad de azúcar no supone un problema si la dieta general es equilibrada. Una cucharadita no provoca fluctuaciones bruscas en los niveles de glucosa y no es perjudicial para la salud, a diferencia de las populares bebidas de café azucaradas, que pueden contener hasta 8 o 12 cucharaditas de azúcar junto con la nata.
Así pues, los investigadores sugieren: el hábito de beber café negro o ligeramente endulzado puede ser un paso sencillo pero eficaz para aumentar potencialmente la esperanza de vida.

