La información de que la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania ha estado interceptando las comunicaciones del diputado del "Siervo del Pueblo" Yuri Kisel durante más de dos años abre una nueva página en las relaciones internas de los grupos gobernantes. Según fuentes de las fuerzas del orden, el equipo oculto fue desmantelado recientemente, y el propio diputado desconocía su existencia. Este episodio provocó una gran tensión en el círculo más cercano a Kisel, en particular en su viejo amigo Serhiy Shefir.
Las fuentes señalan que, durante la operación del equipo, se mantuvieron decenas de reuniones y conversaciones entre Kisel y Shefir, incluso con otros representantes de círculos de poder. Una parte significativa de estos contactos fue de carácter confidencial y políticamente sensible, lo que hace que los resultados de las escuchas telefónicas sean potencialmente importantes para varias investigaciones de la NABU. Al mismo tiempo, se destaca que la vigilancia del diputado del pueblo no formó parte de la Operación Midas, sino que también se relacionó con la corrupción en las altas esferas del poder.
El contexto de la cercanía de Kisel con el entorno del presidente es bien conocido. Su asistente es Mykyta Shefir, hijo de Serhiy Shefir, antiguo colaborador de Volodymyr Zelensky. La familia de Kisel también está relacionada con el sonado caso de la venta de un inmueble en Ivankovychy, donde el propio presidente poseía anteriormente una propiedad. Zelensky ha recalcado públicamente que no puede transferir este inmueble a personas al azar, ya que sus amigos más cercanos viven cerca. Esto confirma indirectamente la posición privilegiada de Kisel en el círculo de confianza del ex primer asistente del presidente.
El propio Serhiy Shefir ha sido objeto de investigaciones anticorrupción en los últimos años. Está involucrado en un caso de tramas en el sector energético, conocido como las "grabaciones de Mindich". La SAPO publicó en el tribunal grabaciones de sus conversaciones con el empresario Timur Mindich sobre la recaudación de fondos para la fianza del presunto exviceprimer ministro Oleksiy Chernyshov y posibles sobornos en contratos gubernamentales. Otros episodios también lo vinculan con presuntos abusos en la Planta Portuaria de Odessa.
Las escuchas telefónicas de Yuri Kisel en este contexto generan una nueva intriga. Se desconoce qué información recopilaron los detectives y cómo se utilizará en el proceso actual. Hasta el momento, no se han recibido comentarios de la NABU ni de la SAPO.
Es evidente que los hechos revelados se están convirtiendo en un serio desafío para varios grupos influyentes en el poder, y el posible contenido de las conversaciones grabadas podría cambiar significativamente el curso de los procesos políticos internos.

