El consejo de «no comer después de las 6 de la tarde» se ha considerado una regla universal para perder peso durante décadas. Lo han repetido entrenadores, blogueros e incluso algunos médicos. Sin embargo, nuevas investigaciones científicas demuestran que prohibir estrictamente cenar después de las 6 de la tarde no solo no ayuda a perder peso, sino que a veces puede perjudicar el metabolismo.
Expertos del Hospital Brigham and Women's de Boston han descubierto que la hora de la cena en sí no es determinante. La dieta general, los ritmos circadianos, el nivel de actividad física y el equilibrio hormonal influyen mucho más. Según los investigadores, cenar a las 18:00 y tomar un refrigerio ligero a las 21:00 solo puede producir resultados diferentes si cambian los patrones de sueño o la actividad física.
Comer tarde puede aumentar el hambre al día siguiente, pero la razón no radica en la hora "mágica". Cenar cuando el cuerpo ya se está preparando para dormir afecta a las hormonas de la saciedad, la leptina y la grelina, lo que puede alterar el apetito.
A pesar de esto, los científicos recalcan: no hay evidencia de que las 6:00 p. m. sean el límite crítico. Es mucho más importante no comer en exceso antes de acostarse, evitar las comidas pesadas y mantener una rutina diaria estable.
Los nutricionistas señalan que la regla de "no comer después de las seis" puede ser perjudicial para las personas con horarios rotativos, que trabajan hasta tarde o que entrenan por la noche. En estos casos, un periodo prolongado sin comer provoca bajones de energía y picoteo incontrolable.
La recomendación actual es mucho más sencilla: cenar dos o tres horas antes de acostarse y elegir comidas ligeras. Esto ayuda a mantener ritmos circadianos saludables, una digestión normal y niveles de energía adecuados.
Por lo tanto, la prohibición de comer después de las 6:00 p. m. es más un mito popular que una regla estricta. Los expertos recomiendan escuchar al propio cuerpo y elaborar una dieta adaptada a las necesidades individuales.

