Los expertos en nutrición advierten cada vez más que el más peligroso de los aceites vegetales comunes es el de soja refinado. A pesar de su uso generalizado en la industria alimentaria, puede ser potencialmente dañino para el organismo.
Mucha gente cree que todos los aceites vegetales son saludables. Sin embargo, no todos resisten altas temperaturas. Al calentarse, algunos aceites pierden su estabilidad y forman compuestos tóxicos que afectan negativamente a las células del organismo.
Lo mejor es cocinar con grasas que conserven su estructura al calentarse: aceite de coco, ghee, mantequilla o aceite de palma refinado. Son más resistentes al calor y no forman radicales libres dañinos.
En cambio, los expertos consideran que los siguientes aceites son peligrosos para freír:
• soja
maíz
• colza
• girasol
• cártamo
Estas especies contienen una gran cantidad de grasas poliinsaturadas, que se descomponen al calentarse, liberando compuestos tóxicos.
El aceite de soja es particularmente peligroso porque a menudo entra en nuestra dieta sin que nos demos cuenta. Se encuentra en la mayonesa, las salsas, los dulces, los alimentos precocinados e incluso algunos tipos de pan. Además, el aceite de soja contiene fitoestrógenos, sustancias que pueden alterar el equilibrio hormonal, especialmente en las mujeres.
El consumo excesivo de aceite de soja tratado térmicamente contribuye a la acumulación de radicales libres en el organismo, lo que acelera el envejecimiento celular, reduce la inmunidad y puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

