El cáncer de pulmón sigue siendo uno de los tipos de cáncer más comunes y peligrosos del mundo. Solo en el Reino Unido, se diagnostica a más de 47.000 personas al año. La dificultad reside en que, en las primeras etapas, los síntomas son prácticamente inexistentes o se asemejan a los de un resfriado común o una bronquitis.
Por qué es difícil detectar de inmediato el cáncer de pulmón
Según los Centros de Tratamiento del Cáncer de América (CTCA), esto se debe a que los pulmones prácticamente no tienen terminaciones nerviosas y el dolor solo aparece en las etapas más avanzadas. Además, los síntomas de cada paciente pueden ser diferentes, por lo que es importante estar atento a su cuerpo.
Señales a las que prestar atención
Según la CTCA, una de las primeras señales de alerta es la bronquitis persistente que no desaparece en pocas semanas. Otros síntomas comunes incluyen:
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tos que sólo empeora con el tiempo;
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sangre en el esputo (hemoptisis);
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dolor en el pecho o dificultad para respirar;
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dificultad para respirar sin razón aparente;
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sensación constante de fatiga y debilidad;
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pérdida de apetito y pérdida repentina de peso.
Cuándo consultar a un médico
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido recomienda consultar a un médico si nota tos persistente que dura más de tres semanas o dificultad para respirar que no desaparece. Su médico de cabecera podría realizarle una prueba básica de función pulmonar, que incluye la medición de los volúmenes inspiratorio y espiratorio.
¿Quién está en riesgo?
Fumar sigue siendo el principal factor de riesgo, representando aproximadamente el 70% de los casos. Sin embargo, esto no significa que los no fumadores estén completamente protegidos: la inhalación pasiva del humo del tabaco, así como el contacto prolongado con sustancias tóxicas (por ejemplo, gases de diésel), también pueden contribuir al desarrollo del cáncer.
El diagnóstico temprano del cáncer de pulmón aumenta significativamente las probabilidades de éxito del tratamiento. Por lo tanto, las revisiones médicas regulares, la atención a las señales del cuerpo y el abandono de los malos hábitos pueden salvarle la vida.