Alrededor de 200.000 ucranianos en Estados Unidos están en un limbo legal debido a retrasos en el procesamiento de las solicitudes para una extensión de un programa humanitario que les permitió vivir y trabajar en Estados Unidos, informa Reuters, señalando que la administración del presidente Donald Trump aún no ha tomado una decisión clara sobre el destino del programa.
Esta iniciativa humanitaria, lanzada en abril de 2022, permitió a casi 260.000 ucranianos entrar en Estados Unidos por un período de dos años. Sin embargo, al 31 de marzo, casi 200.000 personas corrían el riesgo de perder su estatus legal debido a retrasos en la tramitación de sus solicitudes de renovación. Muchas de ellas aún no han recibido prórrogas de sus permisos de residencia y trabajo.
Esta cifra, enfatiza la agencia, es una pequeña parte del total de 5,9 millones de refugiados ucranianos en el mundo, de los cuales 5,3 millones se encuentran en países europeos. Sin embargo, la situación en Estados Unidos se ha vuelto una de las más graves: debido al colapso burocrático, las personas están perdiendo la oportunidad de trabajar legalmente y mantenerse.
Reuters habló con decenas de ucranianos que ya han perdido sus permisos de trabajo y empleos. Entre ellos se encuentran técnicos, una maestra de jardín de infancia, un asesor financiero, un diseñador de interiores y un estudiante universitario. Todos describen circunstancias financieras difíciles, viviendo de ahorros, del apoyo de las comunidades locales o endeudándose.
Algunos ucranianos admitieron que temen ser arrestados por inmigración estadounidense y evitan el contacto innecesario con agencias gubernamentales. Otros señalaron que apenas salen de sus hogares, y algunos han decidido abandonar el país, mudándose a Canadá, países europeos o incluso a Sudamérica.
En un momento en que el programa de refugiados ucranianos necesita soluciones urgentes, las demoras de la administración estadounidense siguen creando riesgos para decenas de miles de personas atrapadas entre la guerra en su país y la incertidumbre jurídica en el extranjero.

