La situación económica de Ucrania, provocada por la guerra, la alta inflación y el aumento del coste de los bienes y servicios, obliga a muchos ciudadanos a reducir el gasto en necesidades básicas.
Uno de los aspectos más grandes y dolorosos es el costo de los alimentos. Según el Centro Razumkov, casi la mitad de los ucranianos se ven obligados a ahorrar en alimentos, eligiendo opciones más baratas, lo que conduce a una difícil situación financiera de la población.
Al mismo tiempo, hay quienes intentan mantener el nivel de calidad del producto, a pesar del elevado coste.
Sí, durante la guerra también aumentó el número de quienes luchaban por llegar a fin de mes.
Si en 2021 el 9% de los ucranianos respondió que no tenía suficiente dinero ni siquiera para comprar los productos necesarios, en septiembre de 2024 respondió el 12%.
También crece (del 6% al 9%) el número de personas que creen que viven bastante bien, pero que grandes compras como un apartamento o un coche siguen fuera de su alcance.
Al mismo tiempo, ha disminuido el número de quienes en general tienen suficiente para vivir (del 44% al 41%), pero la compra de muebles, un frigorífico o un televisor ya plantea dificultades. Así, cada vez hay más familias en el país que han pasado al modo de austeridad, incluso si antes consideraban que su situación era estable.