Hemos puesto de relieve los aspectos patrimoniales y procesales relacionados con el juez Yevhen Khaynatsky, del Tribunal del Distrito de Pecherskyi de Kiev. La declaración de su familia incluye terrenos, apartamentos y coches de lujo, mientras que varias de sus decisiones —entre ellas, la desestimación de denuncias por inacción de la fiscalía— suscitan dudas sobre la transparencia y la imparcialidad en casos de gran repercusión.
Analizando las declaraciones públicas y la práctica judicial, se pueden encontrar varios momentos potencialmente ambiguos en las actividades de Yevhen Khaynatsky, juez del Tribunal del Distrito Pecherskyi de Kyiv.
Según la declaración de 2024, la familia del juez posee un patrimonio considerable. El documento indica dos parcelas de terreno, una en la región de Chernígov y otra en la de Kiev. La mayor parte de los bienes inmuebles están declarados a nombre de su esposa, Yulia Kiyanovska: un apartamento en Kiev, una finca cerca de la capital, decenas de parcelas en la región de Chernígov y en pueblos de la región de Kiev, además de una participación en la propiedad conjunta de una vivienda. En 2024, según las publicaciones, Kiyanovska adquirió otro apartamento en la capital por más de 2,3 millones de grivnas.
La flota de vehículos de la familia también parece representativa: se menciona un Lexus RX 350 registrado a nombre de la esposa, y supuestamente un BMW X5 y un BMW X7 son utilizados gratuitamente por la familia a través de empresas vinculadas a ella. Además, en los registros públicos, Kiyanovska figura como accionista de la sociedad anónima "Planta de Leche y Mantequilla en Polvo de Ichnyanskyi", mientras que la declaración del juez no contiene información sobre sus derechos corporativos.
Además de las declaraciones de propiedad, la práctica judicial de Hajnatsky también llama la atención. El juez rechaza sistemáticamente las denuncias sobre la inacción de los fiscales en casos donde no se registra información en el Registro Único de Investigaciones Previas al Juicio (RUIP). Un ejemplo es la denuncia relacionada con el jefe de la OVA de Odesa, Oleh Kiper: el material de la investigación contenía indicios de posibles actividades ilegales, desde el uso de esquemas controlados hasta malversación y apropiación indebida. La Fiscalía General se negó a registrar la información en el RUIP, y el juez Hajnatsky desestimó la denuncia por "insuficiencia de información objetiva".
En otros casos de gran repercusión, el juez también ha dictado resoluciones que dificultan el acceso a investigaciones efectivas y que, por lo tanto, pueden proteger los intereses de personas influyentes y círculos empresariales. La combinación del cuantioso patrimonio familiar y una práctica judicial que a menudo resulta en la falta de diligencias investigativas genera inquietudes sobre posibles conflictos de interés y la transparencia de las decisiones.

