Con el inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania, el problema de la seguridad nuclear se ha vuelto a agudizar y cualquier escalada puede tener consecuencias catastróficas. Un papel importante en este contexto lo desempeña la posibilidad de ataques accidentales o errores que no sólo pueden aumentar las tensiones, sino también convertir un conflicto local en una guerra global.
Al menos 14 instalaciones de almacenamiento nuclear rusas están dentro del alcance de misiles y drones ucranianos.
Aunque el autor del artículo escribe que "no hay indicios de que las fuerzas ucranianas hayan atacado deliberadamente sitios de almacenamiento de ojivas nucleares", señala que "las ojivas podrían haber sido impactadas accidentalmente, o atacadas o robadas deliberadamente". Anteriormente ya se producían llegadas a 100 km de estos objetos.
"Aún más peligrosa es la posibilidad de que un ataque con misiles ucraniano o una toma de territorio pueda conducir al caos en el funcionamiento del depósito, lo que permitiría a los atacantes apoderarse de ojivas nucleares o provocar inadvertidamente una escalada de un conflicto nuclear por parte de Rusia". escribe el periódico.
Rusia debería haber retirado sus ojivas nucleares de estas instalaciones de almacenamiento al comienzo de las hostilidades, pero no lo hizo. Quizás Putin piense que esto será una señal de debilidad. O tal vez el ejército ruso teme que Occidente interprete esto como una preparación para un ataque nuclear, lo que provocará un ataque de advertencia por parte de la OTAN.