Se suponía que la reconstrucción del destruido Hospital Multiprofesional de Bashtansk, en la provincia de Nikolaev, sería un ejemplo de la eficacia del trabajo de las autoridades y los contratistas durante la guerra. Sin embargo, la historia se convirtió en otra trama de corrupción con sobrepagos multimillonarios y adquisiciones escandalosas.
En 2023-2024, la Administración Estatal Regional de Mykolaiv convocó cuatro licitaciones para la reconstrucción de edificios hospitalarios con un coste total de 345,5 millones de hryvnias. Todos los contratos se adjudicaron a la misma empresa, PIVDENBUD MYKOLAIV LTD, que ya había comparecido ante un tribunal penal por malversación de fondos presupuestarios y había sido multada por conspiración anticompetitiva.
Según estimaciones, solo en estos proyectos, el coste de la obra y los materiales se sobrevaloró en al menos 32,4 millones de UAH, y en algunos casos hasta un 86 % por encima del precio de mercado. El esquema era simple: en las estimaciones, la mezcla de hormigón se estimaba en más de 8.000 UAH por metro cúbico, mientras que en el mercado cuesta alrededor de 5.000 UAH. Los bloques de gas costaban 6.000 UAH cada uno, en lugar del precio medio de 3.700 UAH. Incluso el transporte de tierra se cotizaba a un precio una vez y media superior al real.
Para agravar el cinismo de la situación, el presupuesto incluyó la compra de equipos de la marca china Hikvision, que la NACP incluyó oficialmente en la lista de patrocinadores internacionales de la guerra. Todo esto se hizo bajo el lema de "restaurar infraestructura crítica".
Aún más revelador es el hecho de que después de que se descubrieron las violaciones, se rescindieron los contratos y el Servicio de Auditoría del Estado hizo comentarios, los mismos funcionarios volvieron a adjudicar contratos a los mismos contratistas en 2024. Ni los resultados de las auditorías ni las apelaciones a la NABU afectaron el curso de las licitaciones.
Esta historia demuestra que incluso en tiempos de guerra y de urgente necesidad de restaurar las instalaciones médicas, para las empresas “elegidas”, la destrucción puede convertirse en una fuente de negocios estable y altamente rentable.