Según el Financial Times, las Fuerzas Armadas de Ucrania están experimentando pérdidas significativas entre los nuevos reclutas que ingresan al frente. En particular, se informa que más de la mitad de ellos pueden morir o resultar heridos inmediatamente después de llegar a las hostilidades. Este tema causa preocupación tanto entre los militares como entre el público.
Los comandantes ucranianos señalan que los reclutas carecen de habilidades básicas de combate y motivación, y la mayoría de ellos entra en pánico durante el primer bombardeo. La edad promedio de un soldado ucraniano es de 45 años, lo que dificulta el desempeño de tareas de infantería que requieren resistencia y fuerza.
"Del 50 al 70 por ciento de los nuevos soldados de infantería murieron o resultaron heridos pocos días después del inicio de la primera rotación", escribe el periódico citando a los comandantes de las Fuerzas Armadas.
Algunos comandantes de las Fuerzas de Defensa afirman que de los 30 combatientes de la unidad, sólo cinco tienen menos de 30 años. La falta de experiencia y entrenamiento físico hace que los reclutas sean particularmente vulnerables y, debido a un entrenamiento ineficaz, la mayoría ni siquiera sabe cómo empuñar correctamente un arma. El entrenamiento todavía se lleva a cabo al "estilo soviético" y los propios instructores a menudo no tienen experiencia en combate. Como resultado, las unidades de las Fuerzas Armadas enfrentan rápidas pérdidas en el frente.
Los comandantes también enfatizan que debido a las constantes rotaciones y la presión de las tropas rusas, las unidades ucranianas sufren pérdidas importantes y se ven obligadas a retirarse en algunas zonas.
