En el pueblo de Dobryanka, en la región de Vinnytsia, a dos ancianas que estaban siendo evacuadas del bombardeo ruso se les negó alojamiento por parte de los residentes locales debido a los animales que las abuelas habían rescatado de la zona de guerra: 11 perros y 34 gatos.
Esta situación fue reportada el 25 de julio por la voluntaria y figura pública Lala Tarapakina en su publicación de Facebook. Según ella, la evacuación se llevó a cabo desde la primera línea de Bilytskyi con la participación de policías del "Ángel Blanco" y voluntarios. Todos los animales fueron esterilizados y vacunados, y se les proporcionó una casa con el consentimiento de sus dueños.

Organizamos el transporte: un voluntario de Kramatorsk, Mykola, transportó a toda la familia y varias bolsas de trastos. El viaje duró aproximadamente un día; todos estábamos exhaustos... Pero lo logramos, dijo el voluntario.
Sin embargo, una desagradable sorpresa les esperaba a las mujeres: los aldeanos fueron a la casa, bloquearon el asentamiento e incluso prohibieron dar de beber a los perros. El principal argumento era que el pueblo "no necesita 11 perros". Ninguna de las condiciones para el trato humano a los animales influyó en la postura de la comunidad.
Después de esto, los voluntarios se vieron obligados a buscar un nuevo lugar para las mujeres desplazadas y sus animales.
Este caso provocó un animado debate en las redes sociales: por un lado, había comprensión por el miedo y el malestar de los lugareños y, por otro, indignación por la falta de humanidad y compasión hacia las mujeres que se salvaron no solo a sí mismas, sino también a los animales.

