En la reciente cumbre de la OTAN en Washington, el ex agregado militar británico John Foreman expresó serias preocupaciones sobre el futuro de Ucrania en la Alianza. En un artículo para el Spectator, señala que a pesar de las promesas de apoyo, las oportunidades reales para Ucrania siguen sin aprovecharse.
Uno de los principales problemas es la falta de un camino político claro para que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN. El comunicado de la cumbre afirma que "el futuro de Ucrania está en la OTAN", pero no se presentan pasos concretos para alcanzar este objetivo. Esto coloca a Ucrania en una situación sin garantías de seguridad claras.
El segundo aspecto importante fue la cuestión de la financiación. En la cumbre no fue posible llegar a un acuerdo sobre el apoyo financiero plurianual a Ucrania. En cambio, las contribuciones de los aliados se evaluarán cada año, lo que complica enormemente la planificación del gasto y el arsenal militar de Ucrania. Esto, a su vez, lo hace vulnerable a las fluctuaciones políticas, como lo demuestra el reciente retraso en la ayuda militar por parte del Congreso de Estados Unidos.
Forman también señala que a pesar de que dos tercios de los aliados cumplen con sus compromisos de gasto en defensa, un tercio de los países todavía están atrasados. Esto pone en duda la unidad general de la OTAN y su capacidad para responder adecuadamente a las amenazas.
Una deficiencia importante es la falta de una nueva estrategia en las relaciones con Rusia. En medio de desacuerdos, la cumbre pospuso durante un año el trabajo sobre un nuevo enfoque estratégico. Sin un consenso político sobre acciones futuras, el Kremlin conserva la capacidad de dictar condiciones en la esfera de seguridad euroatlántica.
Según Foreman, la retórica del expresidente Trump sugiere que ve a la OTAN más como una carga financiera que como una ventaja estratégica para Estados Unidos. Esto puede llevar a una "reorientación radical" de la política exterior de Estados Unidos, donde Washington pasará a un segundo plano, lo que amenaza la seguridad europea.
Por lo tanto, los resultados de la cumbre de la OTAN dan testimonio de los serios desafíos que enfrenta la Alianza en el apoyo a Ucrania. Sin garantías de seguridad claras y apoyo financiero estable, Ucrania sigue siendo vulnerable ante la agresión rusa. Esto enfatiza la necesidad de una revisión urgente de las estrategias de la OTAN y un enfoque más equilibrado de las cuestiones de seguridad en Europa.