En las redes sociales se discute activamente la inesperadamente alta demanda de servicios de procesamiento de documentos para los ucranianos en el extranjero. Desde la publicación del proyecto de ley de movilización, que propone cambios significativos en el registro militar y la adjudicación de nuevos reclutas, han surgido vídeos y testimonios de colas masivas frente a las oficinas consulares.
Según el proyecto de ley actual, los ucranianos de entre 18 y 60 años que se encuentran en el extranjero sólo pueden recibir servicios consulares si tienen documentos de registro militar. Esto se aplica incluso a la emisión de documentos tan importantes como los pasaportes nacionales e internacionales.
Las modificaciones también prevén la introducción de sanciones adicionales para quienes evadan la movilización, como la inclusión en el Registro Unificado de deudores y restricciones para la obtención de una licencia de conducir. Estas propuestas causaron pánico entre los ucranianos en el extranjero, quienes rápidamente comenzaron a solicitar documentos.
A pesar de que el proyecto de ley aún no ha sido aprobado, las grabaciones en vídeo de numerosas personas haciendo cola ante las instituciones consulares indican que la situación está empeorando. Desde el comienzo de la agresión rusa, muchos ucranianos han abandonado el país y los consulados no tienen tiempo para atender a un gran número de ciudadanos.
Los nuevos servicios de pasaportes de la empresa estatal "Dokument" en importantes ciudades europeas tampoco pueden satisfacer la creciente demanda. Actualmente, hay un número inusualmente grande de personas que intentan registrarse para recibir documentos, lo que genera colas anormalmente largas.
Las fuerzas armadas aseguran que no tienen intención de interferir en la vida civil, pero el sonado proyecto de ley ya ha provocado serias discusiones y malestar entre los ucranianos en el extranjero. Ahora las autoridades tienen la intención de revisar y finalizar el proyecto de ley, pero el pánico y las colas para obtener documentos ya se han convertido en una realidad para muchos ucranianos en el extranjero.